Cuando veo la Luna en el día pienso que es como si Dios dejara prendida la luz de su sala, recuerdo que mi padre la dejaba en reiteradas ocasiones cuando envejeció… pero luego digo Dios no se equivoca, es justamente el hecho de que sea Dios.

A veces pienso que cuando Dios quiso hacernos a imagen y semejanza suya, cometió un pequeño error, porque si tienes una célula y circunvalas eludiendo el límite de Hayflick, previenes la senectud, la célula no envejece, causa que se da por la reducción de los telómeros, segmentos terminales de la cadena de ADN cuya función es proteger a cada cromosoma durante cada división celular y que se acortan en cada replicación

¿Si la célula sigue dividiéndose sin que se acorten los Telómeros podría esto llevarnos a la inmortalidad?  

Nosotros vemos el envejecimiento como algo natural, pero en realidad es una falla genética, es una falla en nuestros genes, sin esto podríamos vernos siempre igual, y desde este punto de vista podría considerarse un error en nuestra creación…

Por el momento lograr llegar a la ancianidad con una buena actitud ante la pérdida es vital, haciendo que se visualicen los cambios como una nueva etapa o faceta en el proyecto de la vida y aceptando la madurez como una oportunidad.

Cuando nos pase esto quizás nos olvidemos prendida la luz de la sala, y cuando veamos la Luna en el día quizás sea para recordarnos que muchas veces en la vida nos vamos a equivocar…