Todo comienza con un primer paso…
Todos vamos en un viaje aunque no lo sepamos, para poder desarrollar al máximo nuestro potencial en este mundo, todo es parte de una escuela de vida que nos va proporcionando los recursos que podemos utilizar en diferentes ocasiones como una transferencia de aprendizaje. Pero a menudo nos hemos acostumbrados a ver nuestros pensamientos como un reflejo del mundo exterior, un reflejo de lo que nos sucede de afuera hacia adentro… pero…
¿Y si el Universo no funciona así?
¿Y si con cada uno de tus pensamientos estás creando tu presente y tu futuro?
¿Y si estuvieras escribiendo la historia de tu vida al pensar lo que estás pensando ahora mismo?
Entonces tal vez, si estuviéramos dispuestos a cambiar nuestra forma de pensar se abriría ante nosotros un mundo de nuevas posibilidades, y nuestra vida tomaría un rumbo totalmente distinto.
Todo empieza y termina contigo…
Cada uno de nuestros pensamientos y palabras determinan nuestro futuro, es como si enviáramos nuestros pensamientos al Universo y este lo aceptara y nos lo devolviera en forma de experiencia.
Te conviertes en lo que piensas la mayor parte del tiempo quieras o no… los pensamientos son de naturaleza vibratoria y por lo tanto atractiva, de modo que cuando te importan lo suficiente para hacer el esfuerzo de cambiar los negativos por los positivos cambias el punto de atracción.
Que diferente sería nuestra vida si cambiáramos el ruido por la cosas que nos impulsan y hacemos focus en lo positivo, en nuestra prosperidad, nuestra carrera o la tranquilidad en nuestra familia, ¿Cómo sería nuestra vida si hiciéramos eso?
La pregunta es:
¿Cómo dar la vuelta a la situación?
… Empieza por cambiar tu forma de pensar, cuando te encuentres en una conversación interna contigo mismo de carácter negativo, vas a reaccionar haciendo una manifestación verbal y física para detener ese pensamiento, por ejemplo: Puedes decir ¡BASTA! Y acompañar la palabra haciendo un movimiento con la palma de tu mano hacia el frente. La manifestación verbal y física puede ser de tu elección.
Inmediatamente después de esta manifestación verbal y física piensa en una imagen positiva, o en un recuerdo placentero. No necesariamente tiene que ser el mejor momento de tu vida, escoge algo simple, como la imagen de la sonrisa de tu hijo, de un paisaje, o de una situación que te haya resultado divertida y positiva.
Debes verte a ti mismo, como una persona capaz de atraer a su vida lo que desea, establecer las relaciones que te interesan, de crear abundancia donde siempre ha habido escasez, y para iniciar ese proceso solo debes estar dispuesto a imaginar la presencia de todo eso en tu vida.
Lo peor que te puede pasar es no intentarlo…